La Piedra del Sol, conocida popularmente como Calendario Azteca, es una de las piezas arqueológicas más emblemáticas de México. La Piedra del Sol sobrevivió al desdén español, la mitificación del nacionalismo mexicano y, más tarde,
La Piedra del Sol, conocida popularmente como Calendario Azteca, es una de las piezas arqueológicas más emblemáticas de México.
La Piedra del Sol sobrevivió al desdén español, la mitificación del nacionalismo mexicano y, más tarde, a su uso iconográfico desmedido en al ámbito institucional y comercial; sin embargo, la mayoría de los mexicanos aún desconoce la historia y significado del monolito.
Aquí te compartimos algunos datos que quizácdesconocías sobre la asombrosa Piedra del Sol.
1. El redescubrimiento
El Calendario Azteca se redescubrió en 1790, mientras se realizaban remodelaciones cerca de la antigua Plaza Mayor, actualmente conocida como el Zócalo de la Ciudad de México.
Siglos antes , la Piedra del Sol ya había sido expuesta públicamente cerca del Palacio Virreinal (hoy Palacio Nacional), pero fue enterrada por ordenes del arzobispo, Alonso de Montufar.
2. El nuevo monumento
Después de ser rescatada del entierro de dos siglos, los españoles decidieron exponer nuevamente el monolito. Lo colocaron a un costado de la torre poniente de la Catedral Metropolitana.
La decisión no tenía que ver con un cambio de opinión respecto a la percepción española sobre la cultura mexica.
De acuerdo con el arqueólogo Matos Moctezuma, la razón fue el desdén de potencias como Francia e Inglaterra hacia la conquista española. Los ibéricos querían demostrar que no habían conquistado a ningunos bárbaros. Más bien a un pueblo desarrollado capaz de crear calendarios complejos.
3. Calendario Azteca o Piedra del Sol
Según el arqueólogo Alfredo Chavero, autor de la multicitada enciclopedia, México a través de los siglos, el nombre de Calendario Azteca se lo dio en 1790 el astrónomo y antropólogo novohispano, Antonio de León y Gama, quien aseguraba que se trataba de un objeto calendárico.
Sin embargo, siglos y estudios después, los especialistas sustituyeron este nombre por el de Piedra del Sol. Concluyeron que además de expresar el tiempo mexica, se trata de la narración mítica de la Leyenda de los Soles, en donde ocurre el nacimiento de Tonatiuh, el dios solar o Quinto Sol.
4. Descifrando la Piedra del Sol
Las teorías mas recientes sugieren que la Piedra del Sol podría haber sido una plataforma de combate y sacrificio de gladiadores.
Esta hipótesis se sustenta en el hallazgo de una cavidad sobre el disco donde posiblemente se depositaba el corazón y la sangre del guerrero vencido. Además, corrobora la idea de que su posición original en el Templo Mayor era horizontal, no vertical.
Los análisis químicos practicados al Calendario Azteca también revelan que su color original era rojo y amarillo.
5. El simbolismo solar mexica
Para leer la el Calendario Azteca hay que poner atención en sus círculos. En la parte central, rodeando el rostro del dios solar, se aprecia el glifo “nahui ollin” que significa “4 movimiento”.
La imagen de la deidad posee una lengua en forma de pedernal. A sus costados yacen sus manos o garras aprisionando un par de corazones.
En el siguiente anillo se encuentran 20 signos alusivos a los días. En el anillo más grande se observa la representación calendárica de los 52 años de un siglo mexica. El inicio y final del siglo mexica era enmarcado por la ceremonia del Fuego Nuevo.
La serie de círculos está encerrada por dos serpientes, cuyos cuerpos parten del glifo o numeral 13 caña, el cual se refiere al año 1479, fecha de nacimiento del Quinto Sol.
Finalmente, las cabezas de los reptiles se encuentran frente a frente en la parte inferior del monolito.
6. El viaje de la Piedra del Sol
Según fuentes históricas y análisis geológicos, el Calendario Azteca se labró con cantera volcánica extraída del actual barrio de San Ángel. Después tuvo que trasladarse 22 kilómetros hasta el centro de Tenochtitlán.
Entre 1790 y 1855, el monolito se mantuvo expuesto en el costado de la torre poniente de la catedral.
Durante este periodo fue objeto de análisis, admiración y también de agresiones, pues llego a utilizarse como punto de tiro al blanco por los soldados estadounidenses durante la guerra de Intervención Estadounidense en 1846.
En 1855, la Piedra de Sol se trasladó al Museo Arqueológico de la ciudad. Fue hasta 1964 cuando se colocó en su recinto actual, el Museo Nacional de Antropología e Historia.
7. Dimensiones
La monumentalidad del Calendario Azteca es asombrosa, tanto por su simbolismo como por sus dimensiones.
Su peso total es de 24 toneladas de piedra basáltica, posee un diámetro de 3.58 metros y 98 centímetros de grosor. ¡No dejes de visitarla en la Sala Mexica del MNA!
Fuente: inah.gob.mx
Maravilloso, impresionante y de una importancia cultural incalculable que trasciende a lo espacial o mejor dicho universal extraplanetario.