LO IMPORTANTE ESTÁ EN LOS DETALLES Y EL PALACIO DE BELLAS ARTES TIENE MUCHÍSIMOS DE LOS QUE QUIZÁ NO TE HAS DADO CUENTA. AQUÍ TE REVELAMOS 11 SECRETOS DE ESTA HERMOSA CASA DE LA ÓPERA
LO IMPORTANTE ESTÁ EN LOS DETALLES Y EL PALACIO DE BELLAS ARTES TIENE MUCHÍSIMOS DE LOS QUE QUIZÁ NO TE HAS DADO CUENTA. AQUÍ TE REVELAMOS 11 SECRETOS DE ESTA HERMOSA CASA DE LA ÓPERA
1. El estilo arquitectónico y los materiales
El Palacio de Bellas Artes es un deleite visual por dentro y por fuera; sin embargo, pocas veces ponemos atención en los detalles que lo embellecen, y es ahí en donde están guardados algunos de los secretos más interesantes de su arquitectura y simbolismo.
El Palacio de Bellas Artes ha sido un icono de la Ciudad de México desde su inauguración en 1934. Fue diseñado por el arquitecto italiano Ádamo Boari a petición del presidente Porfirio Díaz.
El estilo arquitectónico del Palacio es una fusión del Art Nouveau y el Art Decó y para su construcción se utilizó mármol de Carrara en la fachada.
Las paredes interiores están tapizadas con diferentes tipos de mármol mexicano, mientras que la cúpula del vestíbulo esta recubierta con láminas de ónix, cobre y cerámica.
2. La cúpula
La fachada de este monumento es una obra de arte en sí misma. Está embellecida por una serie de esculturas, empezando por las que coronan la cúpula.
Sobre ella se observa una águila republicana rodeada por cuatro mujeres entrelazando sus brazos. Cada una representa el Drama, la Comedia, la Lírica y la Tragedia
3. Los ángeles del Palacio de Bellas Artes
En la parte más alta de la fachada se aprecian un par figuras femeninas, aladas, suspendidas sobre las esquinas de la media luna que remata el pórtico. Cada una de estos personajes representan la edad viril y la juventud.
4. El bajo relieve central
En la parte central de la arcada que corona el pórtico se encuentra un hermoso bajo relieve cuya figura central es una mujer que representa la Armonía.
Completando la escena aparecen personajes que encarnan la tristeza, el dolor y el beso. Todo esto está enmarcado por conjunto de querubines que representan el llamado Juego de amor.
5. Esculturas femeninas
Flanqueando la entrada principal, debajo del pórtico y a sus costados, están dispuestas una serie de esculturas femeninas alusivas a la juventud, la paz, la elocuencia, la fuerza y la verdad.
6. Los pegasos
Otras esculturas notables se encuentran en la explanada del Palacio. Se trata de cuatro pegasos de bronce, cuyos jinetes simbolizan la Lírica y el Drama.
Originalmente, estos pegasos se encontraban en la explanada del Zócalo. Dueron trasladados a su ubicación actual en 1928
7. Los espíritus del inframundo
En el área del vestíbulo esta decorada con mascarones alusivos a Tláloc y Chaac. Ambos, deidades del agua y el inframundo en las culturas maya y mexica.
Sobre las arcadas de los portones adjuntos a la entrada principal del Palacio, también se pueden observar los rostros de caballeros Águila y Jaguar.
8. El telón de cristal diseñado especialmente para el Palacio de Bellas Artes
La sala de conciertos del Palacio de Bellas Artes es la única en el mundo con un telón de cristal. Fue elaborado por la casa Tiffany de Nueva York.
Para su fabricación se utilizaron un millón de cristales, los cuales recrean el paisaje de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Su peso es de 24 toneladas
9. Apolo y sus musas sobre el Palacio de Bellas Artes
La cúpula de la sala de conciertos está coronada por un hermoso vitral circular en donde está representado Apolo con un séquito de musas.
10. La flora y fauna mexicana
Si se pone atención en los detalles decorativos, dentro del Palacio se pueden apreciar numerosos adornos alusivos a la flora y fauna de México.
Por ejemplo, la herrería de puertas y ventanas muestra serpientes, palmas, liras y otros elementos vegetales. Algunos mascarones empotrados en las paredes evocan figuras de animales como el mono, el chivo y el coyote.
11. Los murales del Palacio de Bellas Artes
Bellas Artes ofrece la envidiable oportunidad de admirar en un solo lugar las obras originales de los grandes maestros del Muralismo mexicano. Entre ellos se cuentan a Tamayo, Siqueiros, Orozco, Camarena, Montenegro , Rodríguez Lozano y Diego Rivera.
Este último pintó aquí una de sus obras más polémicas titulada El hombre controlador. En este caso, Rivera retomó las ideas del mural que realizó en el centro Rockefeller de Nueva York.
Dicha obra fue destruida por los mismos Rockefeller cuando descubrieron que Diego Rivera había pintado en él al líder comunista Vladimir Lenin.
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